Hoy es un día en que las justas causas nos convocan, la aparente tranquilidad de la ciudad será irrumpida por una realidad que no puede ser silenciada, son esas voces y cánticos que han venido a denunciar que no se respeta sus culturas, sus creencias, ni sus territorios. La voracidad de la extracción minera, ese ímpetu por concesionar todo, nuevamente toca a nuestra puerta y ahora pone en riesgo al santuario del Apu Ausangate. 

Tras una marcha preventiva y una nula solución a sus problemas, las Naciones del Señor de Qoyllu Riti, sus peregrinos y danzantes se movilizaran una vez más para exigir la suspensión inmediata de las concesiones y exploraciones mineras, una actividad que ya viene poniendo en riesgo la flora y fauna que se encuentra alrededor de este Apu tan importante para nuestra cultura.

No hay mejor ejemplo como para seguir evidenciando a este modelo de país que se ha venido construyendo desde hace más de 25 años, una sucesión de gobiernos que han significado la continuidad de esa “vocación” minera que no respeta nada, de un Estado que no hace valer nuestro derecho a decidir por nuestro territorio y futuro.

El relato viene cargado de ironía, el gobierno ha dado el visto bueno para que la minera Minquest Perú realice sus exploraciones, no se ha consultado a las comunidades y ya se están construyendo trochas carrozables, en este caso no solo afectando el ecosistema, sino irrumpiendo en una zona que ha sido declarada “Patrimonio Cultural”, acá todos se han lavado la mano, desde la Dirección Regional de Energía Minas hasta el Ministerio de Cultura.

Desde el Movimiento Sembrar queremos respaldar el justo pedido del Concejo de Naciones del Señor de Qoyllu Riti, suspender todas las concesiones mineras e impulsar una zona de amortiguamiento circundante a todo lo que es Patrimonio Cultural, siendo también la minería informal la que pone en riesgo este territorio.

Además queremos agregar que dada esta realidad es importante poner en la agenda y debate político la necesidad de que la Consulta Previa sea esa herramienta que le permita tener voz a los pueblos originarios y comunidades campesinas, construir con ellos y ellas un Ordenamiento Territorial que ponga fin a la terca idea de que la minería es la única actividad que nos salvará, apelamos a la Diversificación Productiva y el valor de los saberes originarios.

Por último llamamos a la juventud, colectivos y organizaciones impulsar conjuntamente toda una red de solidaridad y apoyo a nuestros hermanos de las Naciones de Qoyllu Riti, a la ciudadanía cusqueña a respaldar esta lucha y sumarse a la movilización, solo así seremos esa región que no baja el rostro, desde abajo, desde las calles, construyamos El Nuevo Perú.

Movimiento Sembrar Cusco